Aprovechando que ayer era Noche de Difuntos, decidimos dedicar la noche a La Llamada de Cthulhu, pues teníamos a medio terminar una aventura suelta que aparece en el suplemento Las Sombras de Yog-Sothoth (la edición de La Factoría) y que se llama "La Madriguera". Y como este blog está dedicado al rol decidí empezar una especie de sección contando anécdotas de algunas partidas, comenzando precisamente con la que nos aconteció ayer noche. Pero no quiero que nadie se lleve a engaño: elegí el nombre de "batallita" porque eso será precisamente de lo que se va a hablar. Avisados quedan.
Y por cierto, si no has jugado la aventura y piensas hacerlo, que quede claro que puede haber algún spoiler suelto (o no tan suelto).
Los personajes se embarcan en la búsqueda de un viejo amigo desaparecido, un experto en explosivos que había sido contratado para demoler una ruinosa casa en las afueras de Westwood (Boston). Tras una investigación preliminar para cerciorarse de que no todo huele a rosas en el condado de Westwood, los personajes lleguen a la mansión Boucher que se encuentra, tal y como esperaban, en un estado lamentable. Tras explorar parte del jardín (en tal mal estado por las malas hierbas que apenas es posible ver más allá de unos metros) e internarse en la casa, deciden bajar al sótano donde encuentran unos cartuchos de dinamita preparados para estallar y la cartera del amigo desaparecido. Junto a los cartuchos, una entrada oculta los lleva a una serie de túneles húmedos y cenagosos de un olor indescriptible. Y precisamente aquí comienza la acción.
Mientras se mueven sobre el légamo cenagoso de las cavernas, iluminada por el haz de las linternas eléctricas que portan, los personajes descubren al fondo de una cueva a un grupo de horribles seres mitad hombres, mitad ratas, que los miran con ojillos furiosos. Uno de los personajes, el ocultista Viktor Heilman, el primero en entrar en la caverna, desenfunda su Smith & Wesson y comienza a tirotear a las ratas; tras él, la violinista Ophelia Bahn se aferra a un palo para acabar con esta degenerada prole. Para Viktor todo marcha bien: cada uno de sus disparos se lleva por delante a una de esas monstruosidades; para Ophelia no, pues no es muy hábil en el cuerpo a cuerpo y antes de que pueda evitarlo, uno de los hombres rata se aferra de un mordisco a uno de sus brazos dispuesto a no soltarla. Viktor, al que sólo le queda una bala, decide jugarse el todo por el todo y a bocajarro le dispara un balazo a la rata que está atacando a Ophelia, pero la criatura no deja de moverse y es difícil acertarle. Resultado: Viktor le vuela los sesos a bocajarro a la violinista, ante el estupor del hombre rata, de sus compañeros (entre los que se encuentra su propia hermana, Rose Bahn) y de Ophelia, que se va al otro mundo con un único deseo: "Saqueadme, como yo os hubiera saqueado a vosotros".
Una cosita así es lo que le pasó a la pobre Ophelia Bahn. Feo, ¿verdad? |
Pues esta es la batallita, queridos amigos; no es nada del otro mundo, pues fue tremendamente divertida (excepto para el jugador que llevaba a la violinista, claro). Por si alguno se pregunta si el shock de ver morir a una hermana tiroteada por su propio compañero afectó al otro personaje, debo informaros que no: Rose Bahn lleva meses aquejada de un trastorno mental esquizoide que la ha dejado sin emociones. Sólo acertó a decir: "¿Ophelia?".
¡Bravo, Antonio! :-D Genial por la anécdota (esto es rol, el que lo probó, lo sabe xD) y sobre todo por celebrar la Noche de Jalobuín como mejor puede hacerse: con "La Llamada" en la mano. :-D
ResponderEliminarQue por cierto, cómo se nota que estamos "fallouteros"... esa screenshot... ;-)
ResponderEliminarEs que fue ocurrir el disparo y muchos de nosotros (todos los que estamos con el Fallout a tope) dijimos lo mismo: ha sido un crítico en el V.A.T.S.... ;)
ResponderEliminarxDDDDDDDDDDDDD aaay la bella Ofelia viaja a la gloriosa carpeta-cementerio donde descansan los orgullosos caidos. Los de la Llamada son bastante comunes, por desgracia...
ResponderEliminarY bueno, don Antonio, se me ha hecho corto hombre. Ha quedado en anécdota simplemente... Yo pensaba que ibas a contar la sesión completa, o es que acaso terminó ahi?
Por cierto, en efecto reconocí la imagen, al igual que vosotros 2, enfermos... Menudo Screenshot-Headshot xDDDDDDDDDDDDDDD
En otro orden de cosas: Yo soy uno de los tristes que se quedó sin la caja de "La Marca del Este", así que ná, a esperar la segunda tirada. Ha sido afortunado vuesa merced? u non?
La sesión efectivamente acabó allí: se hizo un nuevo personaje (el novio marine de la pobre Ophelia) y lo dejamos para, posiblemente, este fin de semana.
ResponderEliminarPara lo de la Marca, te contesto en el otro comentario.
Vaya,con lo que impresionan esas cosas, con los sesos de un compañero esparcidos por doquier.
ResponderEliminarSeguro que alguno del grupo, debil de espiritu, entró en shock.
.... y yo sin conocer este blog, mire usted.
Pues ya lo conoce, reverentísimo padre Bonilla, que es vuestra merced débil de espíritu pero fuerte en la fe... ;)
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