"Frustra fit per plura, quod potest fieri per pauciora."
Guillermo de Ockam, Summa Totius Logicae
Voy a ser breve: tengo una noticia mala y otra buena.
Empecemos por la mala: no habrá Terra Nullius. Lo he pensado mucho y lo he sopesado más todavía antes de decidirme a dejarlo de lado (lo que es peor es que mientras lo pensaba y lo sopesaba no escribía nada para Aquelarre) y podría dar muchas razones, pero creo que se podrían resumir en dos: 1) he mordido más de lo que podía tragar, y 2) no me gustaba lo que estaba haciendo.
Mi idea era escribir un sandbox para Aquelarre tan bien hilvanado y diseñado que pudiera ser utilizado para campañas de una extraordinaria longitud, pero antes de correr hay que aprender a andar, y por mucho que se quiera, todavía no tengo la capacidad ni el tiempo necesarios para convertir en libro lo que me rondaba por la cabeza (lo que no quiere decir que algún día no lo haga). Uno de mis problemas es que siempre pienso a lo grande, y me encontraba completamente encallado y frustrado por no conseguir lo que quería cuando vino de visita por mi ciudad mi amigo Tadevs, capaz de leerse un manual y escribir una aventura cojonuda en menos de lo que tardo yo en abrir un documento Word, y entre risas y bromas me vino a decir algo así como "Déjate de ostias y ponte a escribir" (no fueron esas palabras ni mucho menos, pero yo entendí el concepto). Luego la conversación se centró en el nuevo juego de rol neonazi trashumante de los chicos de la Marca, pero yo seguí rumiando lo de Tadevs con mi segundo estómago.
Eso me llevó al punto dos: miraba lo que llevaba escrito y me parecía caca de la vaca. Ampulosa, a dos columnas, y con fuente Helvética tamaño 12, pero caca de la vaca. Y me acordaba de una crítica que me hicieron sobre el concepto de Terra Nullius cuando empecé aquí con el diario de diseño (otra idea nefasta, por cierto): ¿por qué inventarse una comarca para un sandbox? Y tenían razón (creo que fue Carlos de la Cruz, con su apellido judeizante, el que me lo dijo). Ya existe un sandbox medieval en una comarca imaginaria, tanto en Aquelarre (léase Rincón), como en otros juegos (léase Ablaneda), así que Terra Nullius llegaba mal y tarde.
Así que suplemento desechado y a otra cosa mariposa.... aunque no desesperéis aún, que hace unos días me enteré que todavía hay esperanzas de ver un sandbox para Aquelarre, pero ese tema ya debería mencionarlo Ricard, que doctores tiene la iglesia...
Y ahora os contaré la buena noticia: una vez eliminado el lastre de Terra Nullius (pues en los últimos meses lo consideraba como tal) he recuperado otra de las ideas que tenía para un suplemento de Aquelarre, algo mucho más simple, pero también más útil. Un libro de aventuras, de módulos, de fábulas; resumiendo, un Lilith para la tercera edición. Ese suplemento, el primero que tuvo la primera edición del juego, nos presentaba una serie de aventuras con anexos históricos, y eso es precisamente lo que ando escribiendo (ya estoy en ello y anda a muy buen ritmo): una serie de aventuras cortas listas para jugar, basadas todas ellas en leyendas publicadas en los viejos suplementos del juego, y que cuentan con un anexo histórico que detalla con mayor profundidad algunos aspectos de la sociedad medieval (la caza, el pastoreo...) o determinados lugares de la época (como asentamientos o ciudades históricas). Serán entre trece y veinte aventuras (todavía no sé el número exacto) que tocarán muy diversos temas y que se situarán en varios lugares de la geografía española, localizaciones que se han investigado para que las aventuras posean el mayor rigor histórico posible. Además, todas las aventuras están concebidas para ser jugadas usando el manual básico o la edición Breviarium (cuenta con un apéndice con las reglas necesarias para ello). Y junto a esas aventuras, una campaña larga que a los mecenas de Aquelarre ya les sonará, Ultima Necat, pues recibieron la primera parte como regalo antes de que saliera el juego a la venta, y que por fin podrán tener completa para poder jugarla de cabo a rabo.
El suplemento todavía no tiene título, pero yo lo llamo "Veinte fábulas de rol y una campaña desesperada", o abreviando "Cántigas y leyendas".
Y ya una vez que termine eso y lo entregue, espero poder dar el salto hacia épocas más doradas...