13 de marzo de 2015

Elegía a sir Terry Pratchett


"FINALMENTE, SIR TERRY, DEBEMOS ANDAR JUNTOS"
Último tweet de la cuenta de Terry Pratchett

Esta es la frase que Terry Pratchett dejó escrita para despedirse de sus seguidores en Twitter, una frase que ha llenado de tristeza a la mayor parte de los lectores de fantasía de medio planeta pues a nadie se le escapa quién es el que, con esas rotundas mayúsculas que suenan a lápida y a tumba, se dirige al genial escritor. Ha sido una marcha anunciada desde hace años, pero no por ello menos dolorosa. En mi caso, al menos, ha sido una de las noticias más tristes que, exceptuando las de carácter personal, he tenido que vivir.

Conocí personalmente al maestro de Beaconsfield hace ahora veinte años. Y cuando digo personalmente, me refiero a sus textos. En una feria del libro de ocasión me encontré seis libros del Mundodisco editados por Martínez Roca que el insigne Alejo Cuervo había presentado en su sección de la revista Líder (llamada, por cierto, "La biblioteca de Ankh Morpork") y a finales de ese año, que fue fatídico para mí, comencé la lectura del primero de ellos, Ritos Iguales. El inicio es el habitual de sus libros, con una pequeña presentación del Mundodisco y luego se mete en materia, y aún recuerdo que cuando llegué a uno de los primeros párrafos me detuve. Deje de leer y volví a leer. Me costó pillar el chiste. El párrafo era:

Era, de hecho, uno de esos lugares que sólo existen para que haya gente que venga de ellos. En el universo los hay a montones: pueblecitos recónditos, pequeñas aldeas azotadas por el viento bajo cielos despejados, cabañas aisladas en montañas gélidas cuya única característica histórica es ser lugares increiblemente vulgares donde empezó a suceder algo extraordinario. A menudo no hay más que una pequeña placa señalando que, contra toda probabilidad ginecológica, alguien famoso nació en medio de una pared.

Han pasado veinte años y aún recuerdo que ese párrafo de las primeras páginas de uno de sus libros me convirtió en uno más de sus miles de seguidores. Porque Pratchett no quería ponértelo fácil: quería que te pararas y pensaras en lo que acababa de decir. Y podías imaginártelo mirándote y sonriendo, como si en medio de esa conversación que es la lectura de un libro te hubiera guiñado un ojo, como diciéndote: "Ahora ya estás en mi terreno y podemos empezar a jugar de verdad". Y vive Dios que jugué y aún sigo jugando.

Pero hay dos males que han pesado siempre sobre su literatura. La primera es considerarlo un escritor de citas. Es cierto que su pluma era certera y era capaz de resumir en apenas una frase una sensación, una idea o un pensamiento. Y eso ha llevado a que muchos no hayan profundizado en sus novelas, siempre a la caza y captura de sus citas, para pescarlas y exhibirlas como trofeos en un club de pesca.

La segunda losa fue la de ser encasillado como un escritor de fantasía humorística. Pratchett no buscaba provocar carcajadas, pues no escribía comedia; él quería que asomara en nuestra boca una leve sonrisa para ayudarnos a tragar el amargo veneno de la condición humana. Sus novelas usan la fantasía como pretexto y la sátira como un azucarillo. Cuando leo a Pratchett me acuerdo de cuando Jacinto Benavente decía aquello de que "la ironía es una tristeza que no puede llorar y sonríe", y no puedo más que estar de acuerdo. Pratchett te quiere abrir los ojos a un ser humano lleno de defectos (fanático, miserable, rastrero) que es capaz de, pese a todo, albergar los más bellos sentimientos hacia si mismo y hacia los demás. Personalmente, creo que mucha de la literatura de Pratchett puede entenderse muy bien si se echa un vistazo a su fantástico documental "Choosing Die": tras ser testigo del suicidio asistido de un enfermo terminal, ve como su mujer se levanta y comienza a telefonear para preparar el entierro, lo que le hace soltar un "Me enorgullezco de las mujeres inglesas" al tiempo que se derrumba entre lágrimas. De nuevo, la ironía que no puede llorar y sonríe.

Ahora ya no nos quedarán más que sus miles de páginas escritas, donde, como hace un mes decía su hija, se oculta el verdadero Pratchett, el que lo hará inmortal. Él ha sido para mi un mentor, en muchos sentidos, y no solo literarios. Me ha enseñado que la justicia no existe, pues solo existe la Muerte, que las probabilidades de uno contra un millón salen bien una de cada diez veces, que la inspiración es una partícula, que toda música guardada en un coche termina por convertirse en Queen, que el ser humano es el punto donde se encuentran el ángel que cae y el mono que se levanta, que solo somos libres en los sueños (el resto del tiempo necesitamos el sueldo), y que antes de morir tiene lugar un proceso en el que pasa ante nuestros ojos todo lo que hemos vivido, un proceso que se llama vida.

Espero que el gran maestro haya podido elegir finalmente como fue su muerte, y lo haya hecho saboreando un brandy mientras su gato dormitaba junto a él en la cama, para luego adentrarse en el desierto negro, bajo la noche sin fin. En su memoria, dejaré de lado la última de Pérez-Reverte que me espera junto a la cama, para empezar "La corona de hielo". En su memoria.

7 de marzo de 2015

Index Analytico - Actualizado


"Fácil es ceder ante los ardides del Maligno y no siempre hacer lo justo ofrece recompensa, pero no nos engañemos: todos sabemos que es correcto".
Miguel Ángel Ruiz, Daemonolatreia

Esta entrada será breve, pues solo pretende informar que ahora que tenemos en nuestras manos el último suplemento de Aquelarre, el infernal y demoniaco Daemonolatreia, el Índice Analítico de Aquelarre ha sido actualizado con las nuevas criaturas, hechizos, profesiones, orgullos y vergüenzas que se pueden encontrar entre su malsanas páginas.

Espero que os sea útil...


5 de marzo de 2015

Glorantha: Suplemento no oficial para RQ6

"Glorantha es un mundo mágico, no un planeta flotando en el espacio. Su universo obedece unas leyes diferentes a las de la física terrestre".
Guide to Glorantha
 
Lo que te presentamos aquí no es más que un parche. Un apaño. Un remiendo. Una chapuza para ir tirando. Este suplemento no tiene más trascendencia que permitiste aplicarlo tal cual a tus partidas sin darle muchas vueltas a las reglas: coger tu manual de RuneQuest y meterte de lleno en el mundo de Greg Stafford sin necesidad de revisar de antemano todo lo que se ha publicado durante cuarenta años sobre Glorantha. Aunque leer algo (especialmente Guide to Glorantha) ayudaría mucho.
 
Y es que se espera que durante este año o el que viene, tengamos ya en nuestras manos Adventures in Glorantha, que si que será el suplemento oficial de RuneQuest para este universo y no tiene sentido, por tanto, meternos en harina si dentro de poco los padres de la criatura lo trastocan todo.

De todas formas, los que hayan pasado de jugar a la última edición que tuvimos en castellano de RuneQuest (la tercera edición, publicada aquí por Joc Internacional) a la que acaba de publicar Runa Digital detectarán muchas similitudes entre este suplemento y los libros gloranthanos que se publicaron hace años. No es de extrañar. Al fin y al cabo, este libro trata de trasponer buena parte de los datos que allí se encontraban para utilizarlos con las nuevas reglas. De esta forma, podrás jugar en Glorantha y, de paso, utilizar las aventuras que se publicaron en aquella época, como Griffin Mountain (o La isla de los grifos), Pavis, Apple Lane o El abismo de la garganta de la serpiente.

Pero antes de pasar al meollo del asunto, me gustaría aclarar un par de conceptos que han estado presentes durante toda la fase de reconversión de reglas y que pueden ayudarte a entender porque se han hecho así y no de otra manera.

El primer punto tiene que ver con la desaparición de buena parte de la Glorantha geográfica, que seguro que muchos aficionados al mundo de Stafford detectan nada más ojear estas páginas: nada (o casi nada) se va a hablar aquí de Pamaltela o de las islas Orientales, lo que tiene su razón de ser, sobre todo si conoces los suplementos que salieron en español de la tercera edición. Y es que en dichos libros, la atención se centraba exclusivamente en el continente de Genertela, especialmente en uno de sus mejores suplementos, Genertela: Encrucijada de las Guerras de los Héroes. Además, es allí donde transcurren las aventuras que se publicaron por entonces (y la mayoría de las que han salido con posterioridad).

La segunda tiene que ver con el trasvase de reglas que no se contemplan en la sexta edición del juego, especialmente conjuros o profesiones. Con la notable excepción de las reglas de encantamientos (lo que considero un enorme olvido en el estupendo manual de la sexta edición), el hechizo de Crear Familiar y el nuevo rango para cultos (Señor de las Runas), he tratado de limitarme a jugar, nunca mejor dicho, con las reglas del juego, a intentar ceñirme al marco que supone la sexta edición. Casi todos los dioses en Glorantha ofrecen a sus fieles milagros exclusivos, pero ofrecer decenas y decenas de milagros nuevos sería hacerle un flaco sabor a los que nos ofrece directamente el juego y que nos permiten jugar sin añadidos que no dejan de ser artificiales. Lo mismo ocurre con las profesiones: se podrían haber creado muchas nuevas profesiones para simular las diferencias que existen, por ejemplo, entre un herrero enano y un nómada curtidor de Prax, pero a mi entender, las reglas de la última edición de RuneQuest permiten una mayor libertad a la hora de escoger cuales son las habilidades que queremos potenciar y, por tanto, sería redundante diversificar una profesión que puede servirnos perfectamente tal y como está.

Dicho lo cual, espero que te guste este suplemento y, sobre todo, que te resulte útil, pues ese ha sido siempre su objetivo principal. Tómatelo como un apoyo hasta que tengamos con nosotros Adventures in Glorantha.

Y recuerda que la hija de Zorak Zoran causará eternas pesadillas a todo aquel que emplee este conocimiento de forma equívoca.