19 de noviembre de 2015

Villa y Corte - Diario de diseño (I)


"¿Quién duda sino que en los venideros tiempos, cuando salga a luz la verdadera historia de mis famosos hechos, que el sabio que los escribiere no ponga, cuando llegue a contar esta mi primera salida tan de mañana, desta manera?"
Miguel de Cervantes, Don Quijote de la Mancha

A pesar del revuelo que ha supuesto (y está suponiendo) la celebración del 25º aniversario de Aquelarre y su traducción al inglés, hemos seguido enfrascados en la escritura y diseño de la nueva edición de Villa y Corte, lo que ha impedido, tal y como dijimos aquí, que no hubieramos podido entregar el regalo en forma de aventura que habíamos previsto para el 13 de noviembre pasado. Pero bueno, sirva una cosa por otra y, al menos, que se sepa que el escaso tiempo se invierte provechosamente. Además, para poder tener informados a los seguidores del juego y de la época en que estado se encuentra el tema, hemos decidido iniciar una serie de artículos que, a modo de diario, os detallen los escollos, dificultades y alegrías que está sufriendo el diseño y escritura del juego.

El primer paso de este proceso que se preveé largo es aclarar ideas y conceptos antes de meternos en harina. Para ello, hemos seleccionado una serie de artículos escritos durante estos veinte años por aficionados al juego que han intentado ampliar el alcance del Villa y Corte original y que nos hemos propuesto estudiar y revisar, pues muchos de ellos están preñados de muy buenas ideas que serían una pena desperdiciar (es lo que tiene un juego con tanta solera, que son muchas las manos que han trasteado con el sistema, lo que puede sacarte de más de un atolladero).

Una vez seleccionados los artículos teníamos claro que no podíamos afrontar su lectura sin unos conocimientos mínimos y necesarios de la época y sus costumbres, pues muchas veces, en los juegos de rol históricos se confunden realidades y mitos que hay que saber dilucidar. Para ello recurrimos a la serie de libros que, sinceramente, creemos que son el ABC para todo aquel que quiera introducirse en la vida cotidiana del XVII (tal y como han confesado otros autores de mejor pluma que la nuestra, como Pérez-Reverte o Mateo-Sagasta). Se trata de los siete volúmenes sobre la España de Felipe IV que publicó a lo largo de varias décadas el historiador José Deleito y Piñuela, unos libros tan documentados como amenos y que cubren casi todo el espectro de la vida en aquellos tiempos: la casa, las diversiones, la mala vida, la ropa, el ejército, etc. Y como las cosas hay que empezarlas por el principio, eso hicimos, enfrascándonos en el primer volumen de la serie, El declinar de la monarquía española.

Por desgracia, aquí llegó el primer escollo: empezaron a abundar datos muy útiles, pero que no sabíamos ubicarlos dentro de un contexto propio de un manual de rol (enfermedades de la época, profesiones nuevas, precios de objetos, etc). Así que tuvimos que dejar de lado la lectura de tan apasionante libro y erigir unas bases mínimas, una estructura, unos andamios básicos en el que integrar todos los datos que fueran a aparecer en esos libros y en otros que aún aguardan su revisión. Para ello, acudimos a la fuente original: la tercera edición de Aquelarre.

Paso a paso, nos hicimos un largo esquema de lo que queríamos y no queríamos tener en el manual de Villa y Corte, introduciendo ya ciertas modificaciones que teníamos en mente que, sin variar en lo sustancial el sistema de juego que todos conociamos, creemos que ayudarían a agilizar la mecánica, especialmente en lo concerniente al combate. Fueron llegando entonces nuevos pueblos (gitanos, chuetas), nuevas profesiones (pícaro, inquisidor), nuevas armas (pistolas, roperas), etc, colocados de forma muy esquemática y concisa en los puntos concretos del futuro manual que ahora, a modo de encaje de bolillos, iríamos rellenando de información extraída de las fuentes que vamos a manejar sin temor a perder datos o información importante por no saber que hacer con ella.

Y ahora sí: con el respaldo de tener un esquema sólido y fundamentado, podemos regresar a Deleito y Piñuela para comenzar el viaje de investigación que nos permitirá recrear en forma de juego un siglo de aventuras e intrigas.

13 de noviembre de 2015

Aquelarre XXV


El martes 13 de noviembre de 1990 la gente se desayunaba con las noticias de que George Bush padre se preparaba para la inminente guerra del Golfo, que las víctimas del terrorismo creaban una fundación, que Felipe González estaba a punto de modificar su gobierno y que Margaret Thatchet estaba dispuesta a aplastar a todo aquel que le disputara el liderazgo conservador. Mientras tanto, en los cines se proyectaba Pretty Woman y Ghost, al tiempo que en la televisión terminaba Cristal.

Este mismo día se publicaba el primer juego de rol español, un libro de tapas azules y extraña portada que, en escasas cien páginas, condensaba un universo de juego con un enorme potencial por delante, un juego que mezclaba, a partes iguales, historia y leyenda, la realidad y la ficción.

Y aquí estamos ahora, veinticinco años después, con la frente marchita y con las nieves del tiempo plateando la sien (en mi caso la barba). El librito ha crecido como nadie pudo imaginar nunca, ni quien lo escribió ni quien lo concibió. Dos o tres años le daba Ricard a la criatura y míralo, capaz de aguantar el paso del tiempo mucho mejor que otros.

Tenía pensado regalar algo hoy a los seguidores del juego, una aventura ambientada en la famosa posada de Alvar el Honesto veinticinco años después de lo sucedido en las últimas páginas de la primera edición del libro. Pero no ha podido ser. El tiempo me lo ha impedido. Es una pena, de verdad, pues quería agradecer de alguna forma al juego lo que él me ha dado, tanto a nivel lúdico como literario, a nivel pedagógico como profesional. Estos días ando releyendo la primera edición del juego (siempre es bueno acudir a la fuente cuando hay que encarar un nuevo libro) y me maravillo de donde ha conseguido llegar Aquelarre y aunque firmé buena parte de la tercera edición, sé que Aquelarre seguiría siendo Aquelarre sin mi (pues nunca ha sido mío y nunca lo será) e incluso, si me apurais (y espero que él lo entienda), sin Ricard, pues ha trascendido el mero juego de autor para convertirse en un icono del rol en España. Y como todos los iconos que existen y existirán, son los que los utilizan los que le dan verdadero sentido. Aquelarre es pues de todo aquel que lo juega. Ni más ni menos.

De nuevo, aquí estamos: veinticinco años encima y un futuro maravilloso por delante, con dos suplementos recién publicados, una edición de lujo como no se ha visto otra en España ni en buena parte del extranjero, un kickstarter para traducirlo en inglés que ha sido un tremendo éxito, Ricard y otros autores trabajando en nuevos suplementos (un servidor, por su parte, embozado en el siglo XVII para ese Villa y Corte 2.0 que, por cierto, el año que viene cumple veinte añazos) y, sobre todo y por encima de todo, mucha gente que aún juega a Aquelarre. Sin ellos, es muy posible que yo no estaría aquí celebrando este cumpleaños.

Así que dejadme despedirme vestido de burbujita de Freixenet con una botella de cava en la mano para decir:

"Gracias Ricard, por haber confiado en mi y haberme metido en esta grata locura"

"Gracias a Manu, Pedro y los demás miembros de Nosolorol (sois ya tantos que me lío con tanto nombre) por dejarme seguir aquí ideando maldades para publicármelas".

"Gracias seguidores de Aquelarre por seguir jugando en mesa, en vivo, en hangout, pues cada dado de cien que rueda es un día más de vida para el juego."

"Y gracias, Aquelarre".

4 de noviembre de 2015

Index Analytico - Actualizado


"Toda leyenda tiene un origen. Los hechos se cuentan, se transmiten de boca en boca llenando de matices lo ocurrido con cada nueva interpretación. Las supersticiones añaden nuevos datos que avivan las historias hasta hacerlas reales. Bestias ocultas, pueblos malditos, dragones, espectros..."
Ricard Ibáñez, Bestiarium Hispaniae

A lo largo de esta semana está llegando a las tiendas el último suplemento de Aquelarre, Bestiarium Hispaniae, escrito por el mismísimo Ricard Ibáñez, un compedio de criaturas lleno de leyendas y, sobre todo, de ideas de aventuras, por lo que es altamente recomendable para cualquier campaña de Aquelarre que se precie.

Y como viene siendo habitual, es hora de actualizar el Indice Analítico del juego con los datos que aparecen en el suplemento, para que encuentres toda la información que necesites con la mayor celeridad posible. Sin más preámbulo, aquí os dejo el enlace para descargarlo, aunque siempre podeis encontrarlo en la pestaña de más arriba, la que pone "Biblioteca de Babel".