“Se breve en tus razonamientos, que ninguno hay gustoso si es largo.”
Miguel de Cervantes, Don Quijote de la Mancha
En corto y en claro: decidí unirme al desafío una vez empezado y para ahorrarme horas en el blog, pedí permiso para publicar las 30 preguntas en el último día y me lo dieron (estos de Trasgotauro son cucos, la verdad…). Además, como la mayoría de las preguntas se pueden responder brevemente, no será un post demasiado largo.
Y ahora al lío…
1. ¿Cómo comenzaste con los juegos de rol?
Creo que ya lo dije por aquí alguna vez. Me
gustaban los librojuegos (especialmente los de Altea Junior) y un compañero de
instituto (ya sabeis, B.U.P., que uno ya peina canas) me dijo algo así como que
había un juego que era como un librojuego pero que te permitía hacer lo que
quisieras, “hasta echar la
Primitiva”
(literal, como lo oyes). Luego me llevó a una partida de AD&D donde creo recordar que llevé un hafling y, fijaté, hasta
hoy, quien lo iba a decir…
2. Juego favorito
2. Juego favorito
Aunque mi primera partida fue de AD&D, la siguiente fue de RuneQuest y ahí me quedé durante años.
Luego llegaron muchos juegos y algunos muy buenos, como Aquelarre, Mutantes en la Sombra, El Capitán Alatriste y tantos otros,
pero como el primer amor, ninguno. Así que RuneQuest,
que le vamos a hacer.
3. Juego más odiado
3. Juego más odiado
Después de pensarlo, creo que Advanced Dungeons & Dragons. Nunca entendí muy bien el sistema,
ya que yo venía de RuneQuest, que es
un juego simulacionista (como gustan de decir en el blog Mundos Inconclusos)
que era sencillo de entender y comprender, y no le veía ni pies ni cabeza al
que tenía AD&D. La tercera
edición mejoró bastante el sistema, aunque yo tardaría muchos años en acercarme
a todo lo que sonase a D&D, por
lo tocado que quedé.
4. Cual ha sido el mejor máster/narrador que has tenido
Al igual que le pasa a Tadevs, yo también he
sido más DJ que jugador (en una proporción aproximada de 80% a 20%, por decir
algo así, en percentiles, como me gusta a mí). De todas formas, tengo un amigo, el señor don Miguel de Bonilla, que me
dirigió Aquelarre, MERP, Shadowrun y Vampiro: Edad Oscura durante muchos años y con el que he pasado los
mejores ratos al otro lado de la pantalla. Y si todo marcha bien, cuando los
ánimos y los niños lo permitan, nos llevará a 7º Mar.
5. Que jornadas recuerdas con más cariño
5. Que jornadas recuerdas con más cariño
No he sido nunca de jornadas, ni siquiera las que
tienen lugar en Córdoba: si puedo escaquearme de mis obligaciones intento
visitarlas para reencontrarme con los amigos y oler el ambiente rolero, pero no
suelo quedarme más de un par de horas. Pero en alguna ocasión he conseguido
escaparme algunos días y disfrutar de unas jornadas en toda su gloria, y de
entre esas pocas, debo quedarme con las jornadas del Dirigible del año 2011 en
Sevilla: ya había sido invitado en años anteriores por la asociación, pero ese
año fue muy especial por el ambiente, por los amigos y sobre todo porque se
presentó en sociedad la tercera edición de Aquelarre,
kilo y medio de rol (modestia aparte…).
6. Tu mejor crítico en una partida de rol
Pues mira, volvemos de nuevo a las jornadas del
Dirigible del 2011: partidaca de El
Capitán Alatriste dirigida por Ricard Ibáñez —casi obligado por los amigos, todo hay que decirlo,
porque nadie se presentó a mi partida de Aquelarre
y para no perder la mañana nos preparó una aventura improvisada—. Los personajes eran
miembros de la tripulación de una galera española, según su profesión; de esa
forma, los valentones eran galeotes, los soldados marineros y mi personaje, un
sacerdote castrense, era el cura de la galera y acompañaba al capitán en el castillo
de popa. En estas que se nos viene encima una galera turca con las intenciones
del demonio y mi sacerdote saca sus dos pistolas de debajo de la sotana (cuando
digo “castrense” lo digo con todo su
significado), apunta y le revienta la cabeza al capitán de la galera (tres
seises como tres piezas de a ocho). Luego fue una carnicería y menos Tadevs,
todo Cristo cenó esa noche con idem, pero el disparo ya quedó en los anales de
mi biografía rolera.
Me ha costado encontrar una suficientemente digna,
aunque más por el alzheimer que me atenaza la cabeza que por que tuviera yo
mucha suerte en mis tiradas (que no es el caso). Una semana santa de principios
de los 90 andaba yo dirigiéndole Marvel
Super Heroes a mis jugadores y los personajes se enfrentaban a Mefisto en
persona (para los que no lo conozcan, es algo parecido al señor del Averno en el Universo
Marvel, un pedazo de bicho colorao más grande que un día sin pan) y ese día me
tenían frito, así que Mefisto decidió aplastarlos con su mano (imagínate el
tamaño del señor): abrió la palma de la mano, la dejó caer y los dados sacan un
00. Horror. Lo intentó otra vez y el resultado fue otro 00. Pánico. A la
tercera va la vencida y otro 00. Dolor de barriga. Una triple pifia que dio
como resultado que los personajes se chotearan del Señor del Averno (y de paso
de un servidor) durante años.
8. Tu mejor crítico alrededor de los juegos de rol
Este lo tengo claro: cuando maese Ricard Ibáñez me
pidió que escribiera la tercera edición de Aquelarre.
¿O a ti no te hubiera parecido un crítico?
9. Tu mayor pifia alrededor de los juegos de rol
Este también tiene que ver con Aquelarre: cuando le dije a Pedro J. que
el texto definitivo del juego que le había mandado un mes antes no era tan
“definitivo” como cabía suponer.
Claro, el pobre ya había empezado a revisarlo y se vio obligado a recomenzar de
nuevo. Todavía me avergüenzo…
¡Uy, que complicado! ¡Hay tantas! Somos como viejos
contando batallitas de la mili. Pero haré un esfuerzo y me quedaré sólo con
una. Primera partida de El Señor de los
Anillos (versión MERP): uno de los jugadores se hace un mago y escoge una
lista de hechizos que le permite, literalmente, hervir líquidos. Se hace el gallito
ante otro que acababa de crearse un guerrero y le repite, una y otra vez, que
el mago puede “bullirle la sangre” si quisiera. El DJ (don Miguel de Bonilla, del que hablé antes) decide
seguirles el juego y dejarles que se enfrenten en combate para probar de paso las
reglas de combate y de magia antes de empezar la partida. Comienza el primer
asalto: el mago actúa primero e intenta “bullirle la sangre” al contrario, pero antes
de lanzar ningún dado el DJ le echa un vistazo al libro de reglas y, ¡oh sorpresa!
¡fatalidad!, en la descripción del conjuro se dice claramente que el hechizo no
permite calentar “líquidos orgánicos, como sangre”. El mago se queda patidifuá, aborta el conjuro y
no hace nada más. El guerrero levanta la espada, la deja caer, tira los dados y
le destroza el pecho al mago con su arma, matándole en el acto. Fin de la
historia del mago “bullesangres”.
11. El personaje favorito que has llevado
Este también lo tengo claro: el arqueólogo Henry
Jones Jr., alias “Indiana”, en
una campaña de La llamada de Cthulhu,
con un altísimo porcentaje en látigo y con mucha suerte, ya que me duró
bastante, aunque ahora mismo no recuerdo como murió, la verdad.
12. El enemigo favorito al que te has enfrentado
Me está costando dar con uno, la verdad (ya os he
dicho que yo era más de dirigir que de jugar, y recuerdo muy bien los enemigos
que yo llevaba, pero no contra los que me enfrenté). Ahora mismo me viene a la
mente el mismísimo Darth Vader en una campaña de Star Wars (versión WEG) que dirijía mi hermano y que sucedía al
mismo tiempo que las películas de la trilogia original. No es muy original, lo
sé, pero si vuestro personaje tuviera que huir corriendo de toda la guarnición
de tropas de asalto de una base imperial porque ha visto duchándose a Darth Vader
con el casco puesto (las partidas de mi hermano eran bastante surrealistas:
tenías que haberle visto dirigiendo Paranoia o el día que descubrimos que los profundos bailaban la yenka),
igual cambiábais de idea…
El comerciante Honesto Medina que aparece en una
partida de Aquelarre. Primero nos
engañó al vendernos un bebedizo que era agua de ciénaga (literalmente) y luego,
cuando nos lo encontramos en una taberna y queríamos darle las suyas y las del
vecino, nos convenció (ojito, y sin que el DJ tirara ni un dado) que no había
sido para tanto y nos invitó a comer, haciendo luego un “sinpa” que nos dejó compuestos y
con una cuenta bastante abultada que abonar. Al día siguiente lo atrapamos en
el camino y entonces si que no lo libró nadie de nuestra venganza (incluyendo
la ingestión obligatoria del bebedizo de ciénaga antes citado).
14. El PJ más memorable que conoció un PJ tuyo
Recuerdo a un setita de Vampiro: Edad oscura que llevaba un muy buen amigo mío en la
campaña de Constantinopla. Además de ser traicionero, pérfido y lascivo como
buena serpiente que era, cada vez que hablaba sacaba la lengua y siseaba.
Además, siempre llamaba a otros personajes que eran del clan Gangrel “perritos” y los trataba como tales:
“Aquí, perrito, tuso, tuso”.
¿Pero todavía queda algún juego que no vaya a ser
traducido? Hace año y medio te hubiera dicho que la sexta edición de RuneQuest, hace un año sería Pathfinder y hace seis meses la quinta
edición de Ars Magica, y como todos estos
(y más) van a ser publicados en español en los próximos meses, me estoy
quedando sin opciones. A día de hoy, de todas formas, el juego que más me atrae
es la tercera edición de Victoriana,
un juego steampunk con algo de fantasía al que le tengo muchas ganas.
16. Esa interpretación que te sale bordada
Cuando me da por interpretar (lo que no ocurre
siempre, vamos a ser sinceros), me gusta especialmente el papel de inquisidor y
el de esbirro tonto del enemigo principal. Para el primero, para el inquisidor,
siempre me acuerdo del cura de La escopeta nacional (“¡Lo que yo he unido en la tierra no lo separa ni Dios
en el cielo!”) y para el segundo, el
esbirro tonto, intento que se parezca a los malos de Erase una vez el hombre y Erase una vez la vida (el Tiñoso y el otro, que no recuerdo su nombre).
17. Como te ves dentro de diez años con respecto a los juegos de rol
La verdad es que ojalá dentro de diez años le esté
dirigiendo una partidaca de rol a mis mellizos, que por entonces ya tendrán 11
años y podré empezar a ponerme un poquito más gore sin temor a que su madre
(que también jugará) me eche la bronca.
18. El juego que nunca has jugado y al que te gustaría jugar
Hace ya algunos años me compré todo lo que salió en
castellano de 7º Mar, pero aunque me
leí algunos de los manuales y la ambientación me parecía estupenda, nunca pude
ni jugar ni dirigir. Por suerte, si todo marcha bien, dentro de poco podré
remediar ese ansia.
Este lo tengo claro: el juego de rol del Mundodisco. Incluso antes de que fuera
traducido por Edge, siempre quise dirigirlo con las reglas de la tercera
edición de GURPS, pero nunca me pude
poner a preparármelo. Luego, cuando ya se tradujo al castellano y en un solo
libro podías encontrar todo lo que necesitabas para dirigir y jugar, intenté
hacerlo en un par de ocasiones, pero no surgió la ocasión. Espero que algún día
se puede resolver de alguna forma.
20. El PJ que te gustaría llevar
Me gustan los PJs extremos, lo confieso, y busco
siempre hacerme personajes con rasgos de personalidad muy definidos (tuve una
vez un vampiro ravnos que era tan trampala que terminó peleado con medio grupo,
por ejemplo). Como ya he dicho que igual dentro de poco podré jugar a 7º Mar, me gustaría tener un espadachín
pendenciero, bromista y charlatán: una especie de Spiderman o Deadpool con
ropera y sombrero con plumas.
21. El PJ que te gustaría que llevase tu amigo
Pues no sé muy bien, no es algo que me suela
plantear, ya que me gusta amoldarme a lo que han decidido hacerse o les ha
tocado en gracia. Pero siguiendo con lo que he dicho en la pregunta anterior,
un complemento perfecto para mi personaje sería otro PJ seriote, reservado y
honorable, y así creo yo que las risas estarían aseguradas en los conflictos
que se desatarían entre los dos.
22. Las mayores guarradas que has comido durante una sesión
Creo que aquí me decantaré por lo habitual entre
roleros: palomitas, panchitos, pizzas y garguerías varías, aunque una vez, en
una partida de El capitán Alatriste, mis
jugadores bebieron vino en jarras de barro vidriado. Y digo mis jugadores,
porque yo no bebo (ni ahora, ni antes ni mañana), aunque tengo por costumbre
tener a mano un vaso enorme lleno hasta arriba de cola light.
23. La sesión que más ha durado
Yo que sé, la verdad. No acostumbro a
cronometrarlas. Aunque lo cierto es que nunca he sido de partidas muy largas. Quizá
alguna que hice en mis años mozos en los que empezábamos a las 11 de la mañana,
parábamos para comer, y luego seguíamos toda la tarde. ¿Cuánto entonces? Siete
horas a lo sumo, digo yo…
24. La sesión que menos ha durado
Esta es fácil de contestar: con la llegada de los
mellizos hemos tenido partidas de 30 minutos. Y es que te pones, preparas los
libros, los dados, las hojas, los lápices, las gomas y terminas de charlar con
los demás jugadores, te pones a ello, y al rato, ya es la hora de bañar a los
mellizos. Y después de terminar con ellos, ya te puede el cansancio.
25. El sitio más extraño en el que has jugado
Cuando leo este tipo de preguntas siempre me dijo
lo mismo: “Antoñito, eres un soseras”. Y es que juego habitualmente en mi casa, en alguna jornada o, a lo
sumo, en la casa de mi abuela en el campo. Quizás lo más extraño fue una
partida en pleno pasillo de la facultad cuando intenté explicarle a otros
estudiantes como era una partida y me inventé una aventura del tipo “Estais es
una taberna cuando…”.
Esta si es fácil de responder. Un dado de diez
caras de color blanco que venía en el primer set de dados que me compré: el
dado tiene ya la friolera de 24 años encima y tuve que pedir el set por correo
directamente a Joc Internacional, porque en Córdoba no había dios que supiera
lo que eran dados de diez caras (ni de veinte, ni de ocho, etc.).
27. Defínete como jugador de rol
En una palabra: insufrible. Es triste, pero es así.
Preguntadle a Tadevs y verás lo que os dice. Yo creo que mis jugadores me han
acostumbrado desde siempre a tomarme a coña las partidas y aunque todos nos
entretenemos, siempre andamos de broma, transformamos los nombres (por ejemplo:
Chang Du y Bristol, dos personajes de El hogar de los valientes de Mutantes en
la sombra, se convirtieron en “Champú y Mistol”), imaginamos situaciones
absurdas y, en general, convertimos la partida en una versión surrealista de Agárralo como puedas. Y cuando juego con
otros que no sean mis jugadores habituales, me es difícil cambiar de chip.
28. Defínete como máster/narrador
28. Defínete como máster/narrador
Creo que soy demasiado detallista y exigente a dos
niveles. El primero es el trasfondo histórico: me gustan especialmente los
juegos de rol ambientados en alguna época histórica (Aquelarre, El Capitán
Alatriste, La llamada de Cthulhu,
etc.) y me gusta prepararme la partida con antelación, rellenando los posibles
resquicios que tengan la aventura (por ejemplo, en La llamada me gusta preparar la primera página de los periódicos
que se le entregan a los personajes, añadiendo noticias reales de la misma
fecha en que trascurre la aventura; o si es de El capitán Alatriste, tengo siempre a mano el mapa de Madrid deTexeira de 1656, que es perfecto para ambientar). Y el segundo nivel es el
sistema: si el sistema dice, por ejemplo, que si un PJ pierde tantos PVs, debe tirar tal y
restar cual, y si falla sucede tal, me pone de los nervios que se me olvide seguir
alguno de esos pasos. Es cierto que en la mayoría de los casos el único que lo
sabe yo. Y ese es el problema: que yo lo sé.
29. Manía que tengas a la hora de jugar
Empezó como una simple ayuda de juego y ha
terminado por convertirse en una manía. Tengo costumbre de prepararme un
libreto con todas las reglas y datos importantes del sistema de juego para
usarlo como guía. Además, siempre lo ordeno de la misma forma, sea el juego que
sea, y así me resulta muy sencillo localizar la regla que necesito (el libreto
que tenía con todas las reglas de Aquelarre
me sirvió mucho a la hora de escribir la tercera edición: solo tenía que
seguir mi libreto, así que os podeis hacer una idea de cómo me gusta ordenar
las reglas). Algunos de esos libretos tienen un enorme trabajo detrás, ya que
además le añado cosas, lo maqueto un poco y le inserto ilustraciones: por
ejemplo, el de La llamada de Cthulhu tiene
todas las profesiones y armas de la
Guía del investigador de los años 20,
ilustraciones de todos los monstruos e imágenes de los vehículos que aparecen
en la lista de equipo. Un trabajazo, os lo digo yo.
30. Los juegos de rol deberían…
…ser divertidos. Y punto. Porqué si no, ¿qué hacemos aquí?