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22 de julio de 2010

Año 1996: Nadie conoce el Rol

"-(...) Para los jugadores de rol el mundo es un teatro, y ellos personajes elegidos para unos papeles a los que no traicionarán, porque necesitan ganar, obedecer al rolemáster. Creo que en este macabro juego cuyas leyes no soy capaz de barruntar, Sapo es el rolemáster que comanda a los jugadores que atentaron contra el Tren de Alta Velocidad. Es una especie de árbitro que ha activado el juego y juzga qué propósitos lo han de vertebrar, qué metas se han de conseguir y qué métodos han de emplearse. Ha creado una ficción y ha puesto a unos cuantos colegas a vivir en ella.
-(...) En los juegos de rol... -y a continuación soltó lo que ya me había zaherido a mí antes, inventario de juegos y exposición de anécdotas trágicas y espeluznantes protagonizadas por participantes de algunos juegos, por ejemplo el titulado Entrevista con un vampiro, germinado por la novela de Anne Rice, en el que se exige a un jugador que chupe sangre humana o de algún animal vivo para insuflarle vida al personaje que encarna, ya que de lo contrario, de negarse a semejante barbaridad, tendría que abandonar el juego, recibir la luz del sol que lo matará (y en este caso la muerte del vampiro consistía en la quema de sus pupilas). El psiquiatra se mordía las uñas cuando no fumaba (...) y yo trataba de no escuchar de nuevo el catálogo de juegos de rol con el que Baturone pretendía acreditar su poco cotizada profesionalidad.
-Hay otro juego en el que se pide a un concursante que consiga medio millón de pesetas para insertar un anuncio en un periódico, o que como ocurrió no hace mucho, se defenestrase a un recién nacido que encarnaba el Anti-Cristo por nacer un 18 de julio a la misma hora en que se produjo el golpe de Estado de Francisco Franco. Es cierto que frecuentemente aparece un personaje denominado el Sanador cuyo mérito consiste en ayudar a los otros, una especie de misionero que va ganando puntos con cada buena acción y cuyo papel consiste en impedir las trastadas de los enemigos del orden. Otros personajes que se repiten incesantemente en todos los juegos de rol son el Mago, el Guerrero, el Ladrón y el Bardo. Pero el personaje esencial es el árbitro, el maestro, aquel que ha ideado la aventura y que identifica el objetivo a alcanzar después de superar determinadas dificultades. Si las bases te piden que robes -desde un paraguas hasta un abrigo de visón- el jugador con rol de ladrón tiene que arriesgarse y robar lo que se le solicite. Hace unos meses apareció una noticia en los periódicos, tal vez la recuerden. La familia de un soldado español muerto en Bosnia, pidió que se abriese la tumba donde se descomponía el cadáver del muchacho porque unas llamadas telefónicas parapetadas en el anonimato (...) insistía en que el cuerpo desfigurado que habían enterrado no pertenecía a su hijo porque su hijo continuaba vivo y permanecía refugiado en un poblado serbio (...). Se levantó la tapa de la tumba conforme a los deseos de la familia y el examen forense determinó que los restos enterrados pertenecían en efecto al soldado español. ¿Quién podía estar detrás de una broma tan macabra? Se investigó el caso y no pudieron dar con el autor de las siniestras llamadas. Yo apostaría mi mano derecha a que un juego de rol explicaría todo ese asunto (...).
- En realidad -aclararía el psiquiatra- esos juegos son espejos de los jugadores, de lo que la vida ha hecho de ellos: sus reglas no son más que el reflejo de quienes las han fabricado. Los roles son sistemas cerrados que no pueden afectar al exterior, a quienes ignoran sus reglas o no las aceptan. Si lo hacen es que se han pervertido y el origen de esa perversión está más acá del juego.
-Permítame añadir -añadió Barutone sin darse por enterado de la misteriosa aclaración del psiquiatra- que dentro de los juegos de rol hay algunos que se denominan roles en vivo, y sí que afectan a quienes no aceptan las reglas del juego o las ignoran. En esos juegos, cada uno de los jugadores es un actor que sin necesidad de disfraz ni libreto, convierte el mundo en un escenario e imagina desempeñar un personaje, pero lo desempeña en realidad. Es verdad que la mayoría de juegos se desarrollan en paisajes fantásticos del futuro o del pasado, pero hay otros que se centran en la actualidad. También es cierto que muchos juegos de rol se comercializan y están registrados, pero basta tener algo de imaginación e inquietudes para que alguien, el Master o árbitro, decida dictar sus propias, y siempre enrevesadas, reglas. Los jugadores suelen ser universitarios de buena cuna, y no hay privilegio mayor para un jugador que el de convertirse en Master, porque el Master propone las aventuras a realizar, los problemas o tareas a resolver, es el director del juego, el dueño de la verdad, interpreta las leyes del mundo, reparte los papeles, condiciona las actuaciones, expone los propósitos, arbitra los resultados de cada jugada, los daños sufridos por cada personaje, y sobre todo domina la suerte: los dados cúbicos o icosaédricos de veinte caras. Ni siquiera ha de participar en las aventuras. Es Dios, o su sustituto."
 Juan Bonilla, Nadie Conoce a Nadie (1996)

Sin comentarios. Menos mal que ya han pasado catorce años desde estas cosas...

8 comentarios:

  1. Indignante. Qué osada es la ignorancia. ¬¬ Y si se combina con el oportunismo, ya ni te cuento. Qué fácil es escribir una novela (y después rodar una película) a rebufo de los desgraciadísimos sucesos del llamado caso del "Asesino del Rol", que estaban además bien recientes (1994).

    Y es que un perturbado lo es siempre, ya juegue al rol, vea el telediario, juegue al fútbol o escuche una ópera.

    Ingrato país, donde la falta de ética de los medios de comunicación, la desinformación y el ansia de demagógico morbo pueden herir de muerte a una de las escasas aficiones que contribuyen a mantener la creatividad y la imaginación en activo.

    Homo Ludens, que ya lo dijo Tito Arturo en su momento.

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  2. Por mucho que hayan pasado catorce años Antonio... Por algún motivo hay tópicos que calan profundamente en el ideario colectivo, y este es uno de ellos. De todo el texto, me quedo con la frase:

    "(...)Yo apostaría mi mano derecha a que un juego de rol explicaría todo ese asunto (...)"

    Y yo apostaría mi juego completo de dados de Hellboy a que los "juegos de rol" son un cajón desastre dentro del cual los llamados "cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado" etiquetan casos que su ineptitud es incapaz de resolver.

    En cualquier caso esta es una historia que viene de muuuuuy antiguo. Te voy a dejar aquí un par de rarezas: dos enlaces de Youtube en los que se muestra una grabación de un programa de televisión de los años 80 en EE.UU. El programa en cuestión se llama "60 minutes", y viene a ser una especie de "Informe Semanal" que trata concretamente de la relación supuestamente directa entre Dragones y Mazmorras y múltiples asesinatos y suicidios cometidos por jugadores del juego. Lamento que este en Inglés y que no tenga subtítulos, aun así merece y mucho la pena.

    http://www.youtube.com/watch?v=XbcWKWp2UE4

    http://www.youtube.com/watch?v=3lN0nrrynb8

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  3. En la otra cara de la moneda también cabe decir que los juegos de rol sufrieron un alza en cuanto a publicidad, moda y ventas tras los trágicos sucesos anteriormente citados por mi Primo. Es aquello tan castizo de: "que hablen de uno, aunque sea mal, pero que hablen".

    Cuando yo empecé a jugar era un niño y recuerdo que aun tenían ese atractivo sabor de lo prohibido y misterioso, algo como las "sesiones de ouija" en los WC de mi colegio de primaria al terminar las clases... Hoy puedo decir que eran de una cutrez masiva, con un alfabeto al que le faltaban letras escrito malamente en una hoja arrancada de cuaderno cuadriculada, usando un vaso de plástico de cocacola (con gotas del líquido aun) como planchet y dándonos ridículos sustos los unos a los otros.

    Ese atractivo de lo extraño y el morbo que suscitaban formaban parte del contacto inicial. A la segunda partida que jugabas, si tenías dos dedos de luces no comprendías como alguien podía matar a otro por "aquello" (2 dados, un dibujo cutre y un folio con estadísticas).

    Eran otros tiempos.

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  4. Hace algunos años, en Córdoba, un desgraciao se dedico a pintar con spray svásticas en diversos monumentos de la ciudad (Cristo de los Faroles, Retablo de San Rafael, etc.): me dijeron que estuvieron investigando a los clubs de rol (y que incluso salió mi nombre a relucir... No como sospechoso, que conste, sino como escritor de rol...;)...). Por suerte, atraparon al susodicho desgraciao...

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  5. ¡Qué barbaridad, Antonio! :-S Me gustaría pensar que la opinión general al respecto de los juegos de rol se ha normalizado... pero ahí va una muestra de lo contrario. ¡Qué disparate!

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  6. Increible...

    De hecho, los juegos de rol han estado estigmatizados desde que fueron creados, y por razones super retorcidas.

    Cuando salió D&D, el primero de todos, en USA, había un dragón dibujado en la portada (lógico). Pues bien, resulta que el dragón es uno de los símbolos del diablo, y la iglesia católica tildó el juego de "satánico", "invocador del diablo", etc.

    Yo sufrí el rechazo cuando ocurrió el desgraciado crimen por parte incluso de mi familia.

    En fin, es a lo que lleva la ignorancia... habría que aclararles a todos los que despotrican contra nosotros que el crimen nos pareció tan execrable como cualquiera, pero... ¿para qué?

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  7. Es cierto Carlos, ¿para qué? Fueron otros tiempos y aunque donde hubo fuego siguen quedando brasas, lo cierto es que la cosa ya se ha normalizado y pocos medios de comunicación se acuerdan de la época de persecuciones y hogueras. Yo prefiero que sigan sin acordarse a que se acuerden para intentar promocionarlo, porque si no será peor...;)

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